martes, 23 de agosto de 2011

Mordiéndonos la cola

Acabo de llegar de la cinemateca distrital donde tuve la fortuna de ver gratuitamente el documental “Mordiéndonos la cola”  haciendo referencia al círculo vicioso que genera un perro cuando intenta morderse la cola. El documental, realizado con recursos del estado por medio de las convocatorias que anualmente lanza IDEARTES, mostraba como “El Bodegón”, una sala “Independiente” donde se hacían exposiciones de arte en medio de rumbas que  servían para recoger fondos para su sostenimiento, se acabó por falta de recursos.

Por otra parte esta mañana me levante con la mala noticia que la red wifi a la que había estado colgado los dos últimos meses desapareció.  Después de algunas averiguaciones UNE era el proveedor de internet que me daba una mejor tarifa (4 megas por 39.900 IVA incluido) así que decidí llamar para contratar el servicio. (Leer en tono de trabajadora de call center)  Muchas gracias por elegir UNE habla Gloria Múnera con quién tengo el gusto, Buenos días Gloria hablas con Oswaldo Cárdenas Gómez y llamo para solicitar el servicio de internet de 4 megas por 39.900 IVA incluido, Si señor con mucho gusto me repite su nombre, Oswaldo Cárdenas Gómez Oswaldo con w Cárdenas con tilde en la primera a y Gómez con tilde en la o, Su número de cédula,  94481***, Tiene usted historia crediticia, No señora, Esta reportado en DataCrédito,  Pues no creo que mis amigos que son los únicos que me han prestado plata me hayan reportado, Señor Oswaldo déjeme revisar la base de datos permanezca en línea… Señor Oswaldo muchas gracias por la espera en línea lamento informar que ud no aparece en la base de datos de datacrédito por lo tanto UNE no puede adjudicarle un plan de internet, Señorita me podría decir ud qué tengo que hacer para tener una vida crediticia y aparecer en la base de datos de DataCrédito, Señor Oswaldo debe haber tenido un plan de internet con otro operador o un plan de celular a su nombre, Muchas gracias señora Gloria tan pronto tenga historia crediticia me comunicare nuevamente con uds, Que tenga buena tarde señor Oswaldo y gracias por “escoger los servicios de UNE”, Cuáles?, Que tenga buen día señor Oswaldo.

Cosa contradictoria, por ahora,  “El Bodegón” y Yo seguiremos mordiéndonos la cola, por una parte el estado da recursos para hacer un documental que hable sobre una muy buena idea que no fue a mas por falta de recursos y Yo seguiré sin tener historia crediticia porque para tenerla debo tenerla de antemano, creo que me entendieron, mientras tanto sigan viviendo en este mundo contradictorio. Hasta el próximo Lunes. 

lunes, 1 de agosto de 2011

Los lunes no son días para llamar



Los lunes no son días para llamar, tampoco están para recibir llamadas, el que los hizo de seguro pensó que eran apropiados para dedicarse a la planificación de la semana, para cocinar unas lentejas, símbolo de abundancia, y escuchar una canción.

Por mi parte yo prefiero llamar los domingos en la noche, después de la nostalgia de la tarde, y recibir una sonrisa que deje todo listo para el lunes.  Como una caricatura que tiene los diálogos en blanco y es tan perfecta que a nadie se le ocurren las palabras precisas para llenarlos. Termino la tarde con la última página de otro libro que fue escrito específicamente para mí. Henry Miller me llevó a la desesperanza, me puso en el centro del abandono y del olvido con el fin de hacer que me construyera de nuevo.

¿A quién se le ocurre madrugar un lunes? sólo a los que deben tener todo escrito y necesitan esa horrible mañana para planificar la semana. Escribir y planificar son dos asuntos que no pueden ir de la mano. Bueno, a no ser que sea una mujer y la planificación sea meramente sexual. Pero la gente madruga los lunes con la premisa del hacer. Hacer dinero, hacer trabajos, hacer, hacer… hacer. Sin ningún motivo verdadero, simplemente como un piñón que no es capaz de detenerse por miedo a que la máquina colapse. Además siempre terminaran el jueves pensando en que nada de lo planeado se cumplió o por lo menos la mayor de las partes.

Por eso no es bueno llamar un lunes, es como entrometerse. Llamar un lunes, es como negarse la posibilidad de ser el culpable de las picardías. La mejor compañía para todos aquellos que planifican su semana, su día y hasta los tontos que planifican su vida; consiste en ese pequeño ser que logra anular todos sus planes. Es negarse la posibilidad de ser un entrometido, por ejemplo, el miércoles, día reservado para estatutos y testamentos, o por ejemplo ser el entrometido del viernes y colarse en los vinos tintos de las noches.

Ahora, sería más tonto aún esperar una llamada un lunes en la tarde y no es que nadie llame un lunes en la tarde, perfectamente puede hacerlo un chileno de una editorial que leyó las dos primeras páginas de una novela que uno nunca terminó y que a él le encantaría leer completa. Pero una llamada importante nunca llega un lunes en la tarde, menos cuando la nueva ley  del tabaco agotó el menudeo de cigarrillos y no permite ya que uno vaya hasta la tienda más lejana a buscar un cigarrillo para calmar la ansiedad.

Por eso este lunes no llamé ni esperé tu llamada, dejaré la puerta abierta que los lunes permite dejar  y se colará por ella el frío de las frases que te callas  con el vino tinto que le ocultas a tu agenda, para que me las digas el jueves o el sábado, cuando me entrometa en tu vida y obtenga otra disculpa para llamarte el siguiente domingo en la noche.


A dos manos.