lunes, 22 de noviembre de 2010

AL FIN Y AL CABO

No importa como empiece todo, si se comienza con ese optimismo que permite el principio de las cosas o si por el contrario se opta por la resignación. Es lunes y todo recomienza, hay que volver a construir el edificio que derrumbamos en soledad el domingo por la tarde, no hay que esperar que sucedan maravillas los lunes, pensar que va a aparecer algo que haga de la tristeza algo menos evidente, el lunes no hay que esperar ni siquiera a que pase el tiempo.

Permitirse la quietud es otra opción, no importa si es el otro extremo, yo creo que los lunes hay que pegarse al axioma que dice que entre la aceptación y la negación no queda intermedio. No hay que pensar en estar en medio pues eso nos llevaría directamente a la cordura de hacer todo premeditada y organizada-mente y de esa forma no solamente se tendría un pésimo lunes si no de paso toda una semana de perdidas. Hay que entregárselo al ocio, permitir que los pensamientos viajen como una pluma de lado a lado haciendo las cosas fáciles, no hay que llegar hasta el punto de tener pensamientos lo suficientemente agudos como para llegar a hacerse reflexiones, hay que dejar que corran por la mente pensamientos innecesarios que nos lleven a la media noche un tiquete que nos salva de la muerte.


"Lunes otra vez sobre la ciudad..." SNM

Rolando Torres

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